El diagnóstico temprano del cáncer de mama es fundamental para mejorar las tasas de supervivencia y reducir el impacto de la enfermedad en la salud de las mujeres. Para lograrlo, es importante conocer los factores de riesgo y pruebas disponibles a fin de su detección temprana.
A continuación, te proporcionaremos información educativa sobre cómo lograr el diagnóstico oportuno de la patología y qué medidas puedes tomar para reducir el riesgo de desarrollar este padecimiento.
Factores de riesgo para el diagnóstico temprano del cáncer de mama
En etapas iniciales, el cáncer de mama puede no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, comienzan a aparecer algunos signos que podrían indicar la presencia de la patología.
Los signos más comunes, que al conocerlos nos permitirán lograr un diagnóstico oportuno, son:
- Bultos o protuberancias en el seno o axila.
- Cambios en el tamaño o forma de las mamas.
- Cambios en la apariencia de la piel de los senos, como hendiduras, arrugas o enrojecimiento.
- Alteración anatómica del pezón, como una inversión o secreción
- Dolor persistente en la mama e inclusive en la axila y el brazo.
Además de lo anterior, existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer de mama. Entre estos factores se incluyen:
- Edad: está comprobado que el riesgo de desarrollar cáncer de mama aumenta a medida que pasan los años;
- Historial familiar: otro factor crucial es contar con antecedentes familiares de línea directa; es decir, que tu madre, hermanas y abuelas hayan padecido la patología;
- Género: el cáncer de mama se puede producir en rara ocasiones en hombres; pero es más usual en las mujeres.
- Estilo de vida: fumar, beber alcohol en exceso, la falta de actividad física y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer;
- Historial reproductivo: si comienzas a menstruar antes de los 12 años y llegas a la menopausia con más de 55 años, se está expuesta a las hormonas por más tiempo, por lo que aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.
Pruebas para el diagnóstico temprano del cáncer de mama
Las pruebas diagnósticas son la piedra angular para el diagnóstico del cáncer de mama, ya que la detección temprana aumenta significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso y una recuperación completa.
Existen varias pruebas para el diagnóstico temprano del cáncer de mama, incluyendo mamografías, resonancia magnética y ecografía mamaria. A continuación, te presentamos las más comunes.
1. Mamografías o mamogramas
La mamografía o mamograma es un tipo de examen que emplea rayos X de baja dosis para crear imágenes detalladas de los senos. El objetivo es identificar cualquier anormalidad en las mamas, como bultos, calcificaciones o cambios en su forma.
Según la American Cancer Society, se recomienda que las mujeres se sometan a una mamografía de detección cada año a partir de los 45 años de edad.
Durante la mamografía, la mama se coloca entre dos placas planas y se la comprime brevemente para obtener una imagen clara y detallada. El procedimiento es generalmente indoloro, aunque algunas mujeres experimentan molestias debido a la compresión.
Existen dos tipos de mamografías: la mamografía de detección y la mamografía de diagnóstico. La detección se realiza en mujeres sanas, con el fin de detectar cualquier anormalidad temprana. Mientras que la de diagnóstico se hace a mujeres que han presentado síntomas o en las que se ha detectado una anormalidad en la mamografía de detección.
Si tienes más de 45 años de edad, la American Cancer Society recomienda que te practiques al menos 1 mamografía al año
2. Biopsia
La biopsia es un procedimiento en el cual se extrae una muestra de tejido para su análisis.
3. Ecografía mamaria
La ecografía mamaria es una prueba que se usa para determinar si una lesión detectada en la mamografía es sólida o líquida. La ecografía se ejecuta con un pequeño dispositivo manual que se mueve sobre la piel de los senos y emite ondas sonoras.
Estas ondas son luego reflejadas por los tejidos mamarios y crean imágenes de los senos en una pantalla de video. Este método es útil para detectar lesiones en el seno que no se observaron con una mamografía, especialmente en mujeres jóvenes y con mamas densas.
4. Imágenes por resonancia magnética (MRI) de los senos
La resonancia magnética mamaria (MRI) utiliza un potente campo magnético y pulsos de radiofrecuencia para crear imágenes detalladas del tejido mamario. A diferencia de la mamografía, esta prueba no utiliza radiación ionizante.
Cuando la vayas a realizar, se te inyectará un agente de contraste en una de tus venas del brazo. Este se acumula en los tejidos mamarios anormales y hace que resalten en las imágenes de la resonancia magnética.
Con la prueba se pueden detectar tumores más pequeños que los identificables por mamografía o ecografía, y también puede ser útil para determinar la extensión del cáncer en el tejido mamario y en otras áreas del cuerpo.
Es importante tener en cuenta que este examen se recomienda principalmente para mujeres con un alto riesgo de desarrollar cáncer de mama, debido a antecedentes familiares, mutaciones genéticas o embarazadas.
5. Estudios por imágenes novedosos y experimentales del seno
Además de la ecografía y la resonancia magnética, existen ciertas pruebas experimentales útiles para el diagnóstico temprano del cáncer de mama.
a. Tomosíntesis mamaria: es una técnica de imagen avanzada que utiliza una máquina de mamografía para tomar imágenes en múltiples ángulos alrededor de la mama, lo que permite al radiólogo ver a través del tejido mamario y detectar tumores más pequeños.
b. Tomografía de emisión de positrones (PET): es una técnica de imagen molecular que utiliza una pequeña cantidad de material radiactivo para producir imágenes detalladas del cuerpo. La PET se está investigando para detectar cánceres de mama que podrían no ser visibles en la mamografía o la ecografía.
c. Imágenes de contraste óptico: es una técnica de imagen que utiliza un agente de contraste que se inyecta en el seno y se ilumina con una luz especial. Esta técnica se está investigando como una forma no invasiva de detectar el cáncer de mama.
6. Autoexamen de los senos
El autoexamen de los senos es un método simple que tus pacientes pueden realizar en casa para determinar cambios anatómicos en sus senos y posibles signos de cáncer de mama.
El autoexamen lo podrán realizar de pie o acostadas y, generalmente, se hace una vez al mes, luego de que la menstruación haya terminado.
Para realizar el autoexamen hay que seguir los siguientes pasos:
- a. Observa tus senos en el espejo con los brazos en alto y luego apoyados en las caderas. Busca cualquier cambio en el tamaño, forma, textura o color de los senos, así como cualquier abultamiento, hundimiento o enrojecimiento.
- b. Levanta el brazo izquierdo y utiliza la mano derecha para explorar el seno izquierdo. Usa las yemas de los dedos para realizar movimientos circulares, desde el exterior del seno hacia el centro, cubriendo todo el seno y la axila. Repite el proceso con el otro seno.
- c. Acostada boca arriba, coloca una almohada debajo del hombro derecho y coloca el brazo derecho detrás de la cabeza. Utiliza las yemas de los dedos de la mano izquierda para explorar el seno derecho, realizando movimientos circulares y cubriendo todo el seno y la axila. Repite el proceso con el otro seno.
7. Biopsia
La biopsia es un procedimiento en el cual se extrae una muestra de tejido para su análisis. En el caso de esta enfermedad, la prueba es utilizada para determinar si hay células cancerosas presentes en el seno.
Este método diagnóstico puede hacerse con una aguja fina o con una incisión quirúrgica, dependiendo de la ubicación y tamaño de la masa o lesión sospechosa. La biopsia con aguja fina es menos invasiva y se realiza con una aguja delgada que se inserta en el área sospechosa del seno para extraer una muestra de células.
El procedimiento quirúrgico por incisión implica hacer un pequeño corte en la piel para extraer una muestra de tejido del seno. Una vez obtenidas las muestras del tejido, se envía al laboratorio para el análisis donde el patólogo lo examinará y determinará si hay células cancerosas presentes. Si es así, también establecerá el tipo y la agresividad del cáncer.
Detección durante el embarazo
Durante el embarazo, las mamas pueden volverse más sensibles, dolorosas y con bultos, por lo que se dificulta la detección temprana del cáncer de mama.
A pesar de esto, es importante que cada paciente esté atenta y primero se hagan un autoexamen, luego comentarlo con su ginecólogo para evaluar desde ese punto.
Estadísticas para el diagnóstico temprano del cáncer de mama
Las estadísticas sobre el cáncer de mama pueden variar según el país y la región, pero en general, se sabe que es el cáncer más común en mujeres en todo el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que a nivel mundial cada año se diagnostican más de 2 millones de casos nuevos y que esta enfermedad causa alrededor de 600.000 muertes anuales.
Por otra parte, la American Cancer Society dice que el porcentaje de mujeres que sobreviven al cáncer de mama durante al menos cinco años después del diagnóstico temprano es del 99%. Sin embargo, este porcentaje disminuye a medida que se detecta en etapas más avanzadas.
La detección temprana del cáncer de mama es crucial para mejorar las tasas de supervivencia y reducir el impacto de la enfermedad en la salud de las mujeres.
Es importante mencionar que las estadísticas no deben ser interpretadas como una predicción individual del riesgo de cáncer, ya que cada persona es única y puede tener diferentes factores que influyen en su riesgo.
La American Cancer Society estima que si se detecta el cáncer de mama a tiempo la supervivencia puede llegar a un 99%
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PEGASI es un software oncológico que ayuda a los centros de salud en la etapa de sospecha, diagnóstico, tratamiento y seguimiento del paciente. Tanto en la estructuración de los datos de manera inteligente, como a lo largo de lo que conocemos como patient journey o “viaje del paciente” a través de su proceso de atención médica. Todo esto se desarrolla de manera accesible y segura.
Nuestro sistema permite a los médicos y profesionales de la salud tener acceso inmediato al perfil del paciente y reducir en al menos 60 días el tiempo de inicio del tratamiento.
Además, contamos con una herramienta virtual llamada Tumor Board Digital, que brinda a los médicos una visión detallada del caso y sirve para discutir en los Comité de Tumores las posibilidades de atención de una manera más sencilla.
Emulando una videollamada, los médicos pueden acceder a los datos del paciente; así, es posible preparar los casos en 10 minutos y tener una junta con médicos que no necesariamente tienen que estar presentes en el lugar.
De esta manera, puedes asegurarte de no retrasar la discusión de casos, incrementando el tiempo de sobrevida de los pacientes.
La información recopilada en nuestra herramienta se convierte en big data y nos permite medir más eficientemente la actividad de cada centro de salud. Esta información puede ser analizada con diferentes tipos de gráficos, generando reportes valiosos para gestionar la salud pública y así disminuir la prevalencia del cáncer de mama.
En conclusión
El cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes y peligrosas en mujeres de todo el mundo. Sin embargo, gracias a los avances en tecnología y a la concientización sobre la importancia de la detección temprana, hoy en día es posible prevenir y tratar eficazmente esta enfermedad.
Realizar exámenes regulares de mama, autoexámenes y paraclínicos son la piedra angular para detectar el padecimiento en sus primeras etapas, lo que aumenta significativamente las posibilidades de curación y supervivencia a largo plazo.
Además, herramientas como PEGASI pueden ser útiles para mejorar la precisión del diagnóstico y brindar una atención más personalizada a cada paciente. Recordemos que el diagnóstico temprano es la clave para prevenir y combatir el cáncer de mama con éxito.
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